SCHiM, desarrollado por Studio Extra y publicado por Nicolas Meysson, es una propuesta de juego que llama la atención por su originalidad y estética. Disponible en múltiples plataformas, incluyendo PC, Xbox Series X/S, PS5, Switch, PS4 y Xbox One, el título ofrece una experiencia visualmente cautivadora pero con una jugabilidad que deja mucho que desear.
Un Mundo Visualmente Atractivo
Una de las características más destacadas de SCHiM es su diseño artístico. El juego presenta un estilo minimalista y colorido, que utiliza silhuetas y sombras para crear un entorno único. Esta estética no solo es agradable a la vista, sino que también añade un nivel de inmersión al jugador. Los escenarios, a menudo descritos como hermosos y creativos, se convierten en una especie de lienzo para la narrativa visual del juego.
Concepto Original pero No Innovador
SCHiM se basa en una mecánica de juego que es, sin duda, original: controlar una sombra que debe moverse y adaptarse en función de las fuentes de luz en el entorno. El objetivo principal es manipular esta sombra para superar obstáculos y resolver acertijos. Este concepto tiene el potencial para ser extremadamente fascinante, pero en la práctica, el juego parece quedarse corto.
Jugabilidad: Simple y Repetitiva
A pesar de la creatividad de su concepto, la jugabilidad de SCHiM resulta ser extremadamente simple. Los acertijos y desafíos a menudo se sienten repetitivos y carecen de la profundidad que podría haber elevado la experiencia. La dinámica de manipulación de sombras, aunque innovadora en teoría, se convierte rápidamente en un proceso monótono debido a la falta de variedad en los niveles y los retos.
Música y Sonido: Ambientación Adecuada
La banda sonora y los efectos de sonido de SCHiM están bien diseñados y contribuyen a la ambientación general del juego. Las melodías suaves y los efectos sonoros sutiles complementan la experiencia visual y ayudan a crear un ambiente relajante. Sin embargo, a pesar de ser un aspecto positivo, no logran compensar la falta de profundidad en la jugabilidad.
Conclusión: Un Juego Visualmente Agradable pero Limitado
En resumen, SCHiM es un título que destaca por su originalidad y su belleza visual, pero su simplicidad en la jugabilidad puede dejar a muchos jugadores desilusionados. Aunque el concepto de jugar como una sombra es intrigante y ofrece una experiencia visual única, la falta de variedad y profundidad en los desafíos hace que el juego se sienta poco gratificante a largo plazo.
Para quienes buscan una experiencia estética y disfrutan de los juegos relajantes, SCHiM puede valer la pena. Sin embargo, aquellos que prefieren una jugabilidad más compleja y desafiante pueden encontrarlo insuficiente. En última instancia, SCHiM es un ejemplo de cómo un concepto original puede ser visualmente impresionante pero fallar en ofrecer una experiencia de juego que mantenga el interés durante un periodo prolongado.
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